domingo, 11 de octubre de 2009

Manolo.

Eras un buen hombre. Una buena persona. Aquí todos te queremos. Coté, Carlos, Manuel, Josefa y demás familia te echan de menos.
Para los que crean en Dios, les digo que el te ampare. Pero para mi caso (creer sólo un poco en el karma, negando a Dios, el Buda y demás guias), sólo deseo que encuentres el camino, el faro que te guíe hacia el más allá o como quieras llamarlo.
Tu marcha nos hizo daño a todos, tu hija, Coté, lloró toda la noche. ¡Maldito el cáncer que te derrotó! No pretendo que nadie comprenda esto, pero creo que tu te mereces un homenaje, por pequeño que sea, por que fuiste el farero de nuestras vidas.

Encuentra tu mar y tu luz.
No nos olvides.