viernes, 25 de septiembre de 2009

¿Los milagros existen?

El aire traía un olor a montaña, y mi prima se acercaba corriendo hacia mi... Gritando mi nombre. Ah, no encontraba un momento de tranquilidad. -Lucía... ¡Lucía! El ratoncito Pérez me ha traído cinco euros por mi diente. ¿A que es un milagro? Creía que nunca iría a aparecer. Yo sonreí. Al instante apareció una chica de quince o catorce años que nunca había visto, pero que al parecer conocía a mi prima. Tenía un aire arrogante. -¡Mira! Se me ha caído un diente y el ratoncito me ha traído cinco euros. ¿A que mola? La chica se sacudió el pelo, y la miró con suficiencia. -¡Bah! Ya te oí desde el porche. Dijiste un milagro. ¿Un milagro? ¡Ja! Los milagros no existen. La niña me miró con un aire desconsolado. -¿A que si existen? Yo iba a responderle amablemente hasta que me vino a la cabeza un recuerdo... ... Tus ojos clavados en los mios, un segundo sin respiración, tu sonrisa después de desviar la mirada ... -Claro que si.