viernes, 13 de agosto de 2010

El paraíso.. Creo.

Estoy viviendo, por un corto periodo de tiempo, en el paraíso. No en aquel Paraíso en que pecar es malo, morder manzanas es malo, y donde hay un Dios. Estoy en un lugar verde, tranquilo (aunque no silencioso), donde hago lo que me plazca y pocas veces tengo que consultar a alguien. Pero, últimamente, no tengo ganas de salir ni hacer nada. Me encierro en mi cuarto, o como ahora, frente al ordenador, y medito y pienso y reflexiono y suspiro, pero al final no llego a nada. Me siento pegajosa en esos momentos, y lamento no haber ido a pasear o a lo que fuera. Es como si esperara las horas que vienen, como si alguna me fuera a traer algo muy deseado. Pero, ¿es así? Creo que tantas emociones (reencontrarme con la familia, estar en una casa nueva, tener total y absoluta libertad, que dependan de mi un par de personas al tomar decisiones...) me han turbado, y deseo seguir un poco con mi habitual y taciturna soledad. Obviamente, esto no le hace gracia a un par de personas, quienes me miran, suspiran, vuelven a mirarme, y se resignan a salir sin mi. Desean mi bien igual que yo, pero no se muy bien cuál es. ¿Salir, quedar con amigos, tomar algo? No tengo ganas. ¿Quedarme en casa, aburrida, sola y lamentándome? No tengo ganas, pero me quedo. ¿¡¿POR QUEE?!? No me soporto a mi misma. Tendré que tomar una decisión. Espero que sea la correcta.