jueves, 31 de enero de 2019

Quédate.

Vuelves como vientos de otoño,
vuelves desde el oeste
trayendo historias, cientos de sabores,
y la misma chispa en tus ojos. El mismo fuego cansado.
Vuelves y lo enciendes todo dentro de mí.
Y no puedo decirte que no te vayas, que te quedes, que por favor me des más: más palabras, más tactos, mas cenas y alcohol ahumado, más duchas sin calefactor y más noches curando tu insomnio.
Vuelves y te vas.
Vuelves, y ambos seguimos nuestros caminos.
Vuelves, y solo quiero agarrarte de la mano.

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